
Los oncólogos José Baselga y Josep Tabernero, del Hospital Vall D'Hebron de Barcelona, en colaboración con el instituto oncológico Dana-Farber y la Universidad de Boston, han hallado un gen que está detrás del 50% de los tumores de colon.
El equipo de Hahn, del Instituto Dana Farber del Cáncer, en Massachusetts (EEUU), ha descubierto por primera vez que CDK8 es uno de esos elementos implicados en el desarrollo de un tumor colorrectal, y que su actividad es superior a lo normal en muchas de estas células tumorales.
Hasta ahora se sabía que una vía de señales (denominada WNT/beta-catenina) estaba activa en casi la mitad de los pacientes con cáncer de colon; pero se desconocía qué gen (o genes) provocaba ese 'descontrol'. Para identificar al posible candidato, los científicos utilizaron una tecnología puntera capaz de analizar uno por uno miles de genes hasta descubrir cuáles eran capaces de activar esta vía de señales, desencadenando por tanto la proliferación de las células malignas.
Posteriormente solaparon esta información con la obtenida de muestras de tejidos tumorales procedentes de pacientes afectados de cáncer de colon, en las que buscaron algún gen 'candidato' que estuviese amplificado (es decir, que tuviese alguna copia más de lo normal).
De este cruce de datos concluyeron que CDK8 es el gen que codifica la proteína (del mismo nombre) culpable de activar esta vía de señales, "muy importante tanto en el desarrollo como en la progresión del cáncer de colon", según explica a elmundo.es el doctor Josep Tabernero, uno de los participantes del trabajo.
Hacia donde se encaminan las investigaciones
El cáncer de colon surge por la transformación de tejido sano en pólipos y finalmente carcinoma. Lo que ocurre para que la célula cancerosa se divida y prolifere es lo que ha explicado en parte esta investigación.
Se necesita que haya una señal de transmisión de información desde la superficie de la membrana de la célula maligna hasta el núcleo. Existen muchas vías de activación para llevar esas señales. En el cáncer de colon, una de ellas es la llamada Wnt/betacatenina. Y el nuevo gen detectado es uno de los interruptores que se encargan de activarla. Esa vía de activación permite que una célula benigna se convierta en maligna y también que el carcinoma progrese, de ahí que se pueda pensar tanto en tratamientos preventivos como curativos.
En el laboratorio, con ratones afectados con cáncer de colon, se ha visto cómo el tumor desaparecía y regresaba al «encender» o «apagar» el oncogen. La técnica utilizada, sin embargo, no es trasladable a pacientes humanos.
La investigación ha encontrado un nuevo actor implicado, pero también deja entrever que podría haber otros oncogenes relacionados, aún por descubrir. «En lo que se refiere a la identificación de genes para buscar nuevas terapias, en estos momentos sólo estamos dando los primeros pasos», aseveró William Hahn investigador del Dana Farber y autor principal. Genes como el CDK8 son dianas terapéuticas muy interesantes porque tienen el potencial para interrumpir el proceso de desarrollo del cáncer e inutilizar a las células tumorales.
Información obtenida del diario "El Mundo" y "ABC", no hemos podido encontrar una ampliacion de esta información en la página del Instituto Dana Farber
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