Aproximadamente el 50% de los carcinoides rectales son
descubiertos de forma incidental, siendo el recto la tercera localización mas
frecuente dentro del tracto digestivo ( la primera localización es el intestino
delgado , no el apéndice- según el SEER).
Tienen un aspecto característico al tacto rectal , siendo
descritos como un botón duro, frecuentemente móvil, suelen ser de color
amarillento o bien rojizo, localizados en la submucosa , aunque también se han
descrito con aspecto polipoideo.
El problema se plantea normalmente tras la realización de
una endoscopia y toma de biopsia estándar, el diagnostico de tumor carcinoide
plantea dudas de que hacer : ¿seguimiento? ¿extirpación local? ¿ resección
rectal?.
Tras descartar la presencia de metástasis hepáticas y las
determinaciones analíticas de hidroxindolacetico, aunque la mayoría de los
carcinides rectales son asintomáticos y por tanto esta determinación suele ser
negativa.
El tratamiento depende fundamentalmente del tamaño del
tumor. En tumores menores de 1 cm la escisión local realizada por endoscopia es
el tratamiento adecuado, estos pacientes no necesitan seguimiento. Los tumores
carcinoides rectales suelen tener un buen pronostico con una tasa de
supervivencia a los 5 años del 87,5%.
Los tumores con diámetro superior a 1 cm extirpados
con invasión linfovascular tienen alta probabilidad de tener metástasis
ganglionares, en estos casos estaría indicada una resección rectal incluyendo
mesorecto (Annals of Surgery: November 2010 - Volume 252 - Issue 5 -
p 750–755).
Por tanto la extirpación completa de la lesión incidental
es imprescindible para establecer los criterios pronósticos y la pauta de
actuación posterior, a este respecto Son, Hae-Jung en Int J Colorectal Dis indica
que la extirpación de los tumores carcinoides rectales debe realizarse con
técnicas endoscópicas avanzadas o bien con técnicas
transanales tipo TEM o TAMIS.
En resumen : suelen ser
tumores con buen pronostico, la excisión local suele ser suficiente en la
mayoría de las ocasiones, la anatomía patológica de la totalidad de la lesión
es necesaria para establecer el grado de invasión y por tanto pronosticar la
posible afectación ganglionar, en este caso las resecciones deben ser radicales
y abarcar mesorrecto.
A continuación un caso clínico que ha sido tratado en el Hospital San Juan de Dios de Bormujos.
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